México y su Celebración del Día de los Muertos
México es un país rico en tradiciones provenientes de un pasado lleno de eventos históricos que marcaron el futuro del país. Con los años los mexicanos han mantenido su esencia como pueblo a través de sus creencias y tradiciones. Dentro de ellas está mi favorita, la Celebración del Día de los Muertos, una creencia sagrada y una de las tradiciones más antiguas y arraigadas que celebra en grande todo el país. Te invito a conocer el significado de esta linda tradición y mi experiencia durante estos días festivos.
Siempre había querido experimentar esta tradición y se me dio durante un viaje de negocio de 17 días a la Ciudad de México donde pude participar del famoso Desfile del Día de los Muertos en el Zócalo, así como de las ofrendas y otras tradiciones. También fui específicamente el Día de los Muertos a la pirámide Tepozteco en el Pueblo Mágico, Tepoztlán. Así que, motivada por conocer más sobre la cultura y tradiciones de México, me las ingenié para pasar esa fecha en la ciudad. ¡Qué gran experiencia!
¿Qué es el Día de los Muertos?
El Día de los Muertos es una celebración prehispánica que está llena de misticismo y simbología que se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre. Durante esos días se le rinde un homenaje a los ancestros, familiares y amigos que han abandonado la vida terrenal y que regresan, provenientes del lugar a donde fueron luego de morir, para visitar a sus seres queridos.
Aunque hoy día se incorporan elementos del catolicismo y algunos toques modernos, su esencia se mantiene intacta. Según la creencia, el día 1ro de noviembre; Día de Todos los Santos, llegan las ánimas de los niños y el 2 de noviembre, llegan las de los adultos. Las almas de quienes han partido son recibidas en los hogares y cementerios con gran alegría, con ofrendas, comidas, bebidas, luces y flores porque ellos entienden que la muerte es algo natural y así representan lo que es el inicio del camino hacia el descanso espiritual.
México es un país muy grande y esta tradición tiene algunas variaciones dependiendo de la región, pero hay algo que no puede faltar: los altares y sus elementos simbólicos. Para este gran encuentro de vivos y muertos hay muchos rituales y los preparativos empiezan desde mediados de octubre. Por eso, si visitas México a finales del mes de octubre y principios de noviembre, vas a ver flores de cempasúchil, ofrendas y el colorido papel picado por todos lados.
Los Altares
Lo más característico de la celebración son los altares que pueden tener entre dos a siete niveles y representan el camino que debe atravesar el alma para llegar a su morada final. Como es costumbre, el altar se debe colocar en o antes del 31 de octubre y nadie lo puede tocar hasta que lleguen los invitados especiales, los difuntos. Estos inician el compartir y cuando se regresan al inframundo, la ofrenda se reparte entre los familiares y amigos.
Elementos que no pueden faltar en el altar y que tienen un gran significado y propósito:
Foto del difunto – se coloca en la parte más alta del altar
Una cruz – debe estar al lado de la imagen del difunto y puede ser de sal o ceniza
Imagen de ánimas del purgatorio – para que en caso de que el espíritu del muerto se encuentre ahí pueda salir más rápido
Copal o incienso – para purificar y limpiar
Arco – se coloca en la cúspide del altar y simboliza la puerta que conecta el mundo de los muertos con el mundo de los vivos
Papel picado – representa el viento, la pureza, duelo y alegría del Día de los Muertos
Velas, veladoras y cirios – representan el fuego, la luz que alumbra el camino de las ánimas a su morada
Agua – representa la fuente de la vida, refleja la pureza del alma, además sirve para que los espíritus mitiguen su sed
Flores de cempasúchil – representa la tierra, su aroma guía el alma de los muertos
Calaveras/Catrinas – humor mexicano para recordar que la muerte siempre está entre nosotros
Comida preferida – para que el alma que visita disfrute los platillos que le gustaron en vida
Bebida preferida – para el disfrute de las almas
Pan – representa la eucaristía
Objetos personales – para que los difuntos recuerden sus momentos en vida
Rezos – incorporados con la llegada de los españoles
Música – no puede faltar en una celebración mexicana
No es un día de duelo
La forma en como esta cultura satiriza y presentan la muerte es muy original. Están muy claros de que al final todos tenemos el mismo destino, la muerte, evento natural al que no se le debe temer. Por eso no consiste en un día de duelo, sino todo lo contrario, es una fiesta para recordar con gusto a los difuntos mientras se resaltan las costumbres milenarias sobre el significado de la muerte.
Mi Experiencia de Vivir como Local durante esta Celebración
23 de octubre – Fiesta de los Huehuentones de Huautla, Oaxaca
Decidimos pasar el día en el Museo Nacional de Antropología y al llegar, nos encontramos con la fiesta de los Huehuentones de Huautla en Oaxaca. Los Huehuentones son personajes vestidos con ropa vieja, grandes sombreros y máscaras que representan, a través de bailes, las almas de las personas que ya se han ido.
Según la tradición, los Huehuentones acuden al panteón a pedir permiso a las ánimas antes de llevar a cabo las actividades durante la fiesta a los muertos. Se celebran misas y ceremonias de bendiciones y agradecimiento antes de estos personajes ir casa por casa compartiendo mensajes de paz, amor y reflexiones durante los días de fiestas en la sierra Mazateca.
Tuvimos el honor de ver su ritual, de disfrutar de su música y hasta de bailar con ellos. La plaza central estaba repleta de gente disfrutando de este espectáculo, de la comida típica de Oaxaca y de la exposición de su altar y cementerio. Desde el museo caminamos hasta la exposición de Alebrijes en Paseo Reforma mientras disfrutábamos de las personas haciendo actividades al aire libre y mucha gente disfrazada, sobre todo de catrinas y calaveras.
25 de octubre – Exposición de Alebrijes
Volvimos para ver la exposición de alebrijes de día. Este evento lo hacen como anticipación a la celebración del Día de los Muertos. Los alebrijes son artesanías mexicanas en forma de criaturas imaginarias hechas en papel mache, madera o barro. Fueron inventados por don Pedro Linares, quien asegura haber visto estas extrañas criaturas cuando estuvo al borde de la muerte a sus 30 años. Él decía que vio estos extraños y fantásticos seres que le acompañaron por un largo camino hasta recuperar la conciencia y prefirió recrearlos según los recordaba. Por eso se les considera a los alebrijes como guías espirituales que ayudan a los muertos durante su paso al otro mundo.
Estos seres ficticios tienen forma de aves con colmillos, demonios, peces, dinosaurios y otros seres compuestos por diferentes partes de animales. Además de tener raras formas, son pintados con diferentes patrones y colores brillantes. Hoy día se hacen competencias de alebrijes y anualmente el Museo de Arte Popular organiza un desfile y exposición entre el Ángel de Independencia y el Zócalo de la Ciudad, lugar al que acuden miles de personas para ver los más de 150 alebrijes.
28 de octubre – Día de San Judas Tadeo
Me estaba hospedando en un Airbnb en la Colonia Pensil porque quería vivir como los locales durante mi estadía y fue entonces que desperté pensando que estaba en medio de una guerra por la cantidad de cohetes, petardos y fuegos artificiales. No teníamos ni idea de lo que estaba pasando. Delvy estaba enfermo de cama, así que decidimos quedarnos en la casa y me tocó caminar sola hasta la farmacia. Cuando salí me topé con toda la gente en la calle cargando una imagen, mucho bullicio y un ambiente de fiesta. Obviamente, tenía que preguntar qué estaba pasando y una joven mujer con su santo en mano me explicó: “hoy es el día de nuestro San Judas Tadeo, estamos de fiesta y toda la gente sale a celebrar en procesiones y con cohetes”. Su hijita muy emocionada me dijo: “estamos de fiesta, estamos de fiesta”.
Me pareció tan lindo y emocionante ver tanta gente en la calle con su santo en mano. Yo estaba sola, sin cámara, ni teléfono, por lo que no pude documentar, pero esa experiencia la atesoraré para siempre en mi mente. Me puse a investigar y me encontré con las imágenes que aquí comparto, las procesiones salen de diferentes puntos hasta terminar en la iglesia. Las pirotecnia y ambiente de fiesta duran 24 horas, día y noche… sin parar.
29 de octubre – Desfile del Día de los Muertos
Nos tocaba trabajar por la mañana, pero llegamos a tiempo para participar del gran Desfile del Día de los Muertos en el centro de la ciudad, yo quería ir directamente al Zócalo. Unos amigos nos llevaron y llegamos justo a tiempo para ver pasar el desfile por la plaza. El único gran detalle… Delvy todavía se sentía fatal, continuaba enfermo del estómago, pero como mi objetivo principal en este viaje era ver este desfile, él me complació y para allá fuimos.
Las calles estaban abarrotadas de gente, caminamos hasta la Plaza Mayor en el Zócalo, nos separamos de nuestros amigos y cuando vinimos a ver, estábamos pillados entre la multitud. Allí nos tuvimos que quedar casi inmóviles. Delvy quería desmayarse, pero gracias a que estaba pillado entre las personas nunca cayó al piso, sólo estuvo rogando (y yo también) para que no le diera con ir al baño porque obviamente no iba a llegar.
Aunque no tuvimos que esperar demasiado para que pasara el desfile frente a nosotros, sí fue bastante largo. Esta famosa procesión estuvo espectacular, muy emocionante y divertida (claro, no le puedes preguntar a Delvy porque dirá lo contrario). Los carros alegóricos, marionetas, catrinas, calaveras, globos, dulces, música y muchos colores brillantes fueron los protagonistas. Tan pronto terminó el desfile, caminamos poco a poco de vuelta al carro porque Delvy no podía más con su vida. Me dio mucha pena el haberlo someterlo a esa tortura estando enfermo, no sé si me lo perdone algún día. Puede que yo sí le perdone el que se haya enfermado durante la celebración más importante. Me debe otro viaje a México para esta fecha.
30 de octubre – La Ofrenda Monumental en el Zócalo
Ya Delvy estaba mejor así que en la tarde nos fuimos al centro a caminar para tener la experiencia del Zócalo en la noche. Empezamos visitando la Torre Latinoamericana, con el mirador principal de la ciudad con unas vistas únicas de la ciudad. La cantidad de gente que se veía desde lo alto, por todas las calles, era sorprendente. Desde allá arriba escuchamos y divisamos una celebración con música, así que hacia allá nos dirigimos.
Al llegar nos encontramos con la ceremonia del levantamiento de los dignos rostros del Calpulli Tetzahuitl Tezcatlipoca, uno de los grupos Nahuas, grupos de pueblos nativos de Mesoamérica al que pertenecen los mexicas y otros pueblos antiguos. En una esquina de la Plaza Manuel Tolsá tenían un altar y estaban haciendo sus danzas y rituales. Allí nos quedamos maravillados con los bailes hasta que la lluvia empezó a caer. Fue un momento mágico!
Cenamos en Chili’s y tan pronto pasó la lluvia nos dirigimos al Zócalo para ver la Ofrenda Monumental compuesta por 120 trajineras convertidas en altares. Una de las ofrendas más importantes de la ciudad construida por artesanos mexicanos de la Ciudad Nezahualcóyotl. Cada una de las trajineras lleva el nombre de alguien que falleció recientemente y un mensaje relacionado a causas sociales o problemas que vive la ciudad.
31 de octubre – Recargando Baterías en Halloween
El 31 de octubre desde mi ventana pude disfrutar de la pequeña fiesta en una escuela detrás de nuestro apartamento en la colonia Pensil. Una colonia que resultó estar entre las 50 más peligrosas de México, pero con muy buenas reseñas cuando estaba haciendo mi búsqueda para reservar en Airbnb. Aunque varias veces caminamos por la calle sin ningún problema, este día no salimos porque teníamos mucho trabajo y por seguridad.
1 de noviembre – Día de Todos los Santos
En la mañana di un paseo sola por Reforma para visitar el Museo de Diego Rivera y para ver una de sus obras más famosas, Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central. Recorrí el museo sola, con toda la calma de mundo y al salir había un “junte” de jugadores de ajedrez frente al museo. Allí me quedé otro rato viendo la dinámica y escuchando las conversaciones entre los presentes y hasta un novio “ochentativo” conseguí. Este caminó conmigo un rato hasta que logré zafarme con delicadeza, no quería herir sus sentimientos.
Seguí mi ruta para pasar de cerca por el Hemiciclo a Juárez en la Alameda Central, en honor al expresidente mexicano, Benito Juárez. Construido en 1910 en mármol de Carrara y en la parte superior está la escultura de Benito Juárez siendo coronado por la patria y la ley. Luego seguí hasta el Palacio de Bellas Artes donde tenían un tianguis gigante y pude seguir disfrutando de las costumbres y tradiciones de México a través de los vendedores y artesanos.
Delvy y Silvia me buscaron en un Uber y nos fuimos para a Polanco. Allí fuimos a una reunión y luego caminamos por la zona, por primera vez, hasta llegar al Centro Comercial Plaza Carso donde fuimos a comer a P.F. Chang’s. Sí, necesitábamos un descanso de comida mexicana, hicimos window shopping y nos fuimos hasta Ixtapaluca a pasar la noche.
2 de noviembre – Día de los Muertos
Pasamos la noche en la casa de Pili y Toño para poder irnos temprano a Tepoztlán, un pueblo mágico en el estado de Morelos. Este pueblo a hora y media de la Ciudad de México es muy popular porque allí se encuentran los restos del Templo del Tepozteco construido en la cima de la montaña con el mismo nombre.
¡El objetivo principal era subir hasta la zona arqueológica y lo logramos! Tardamos dos horas en subir a nuestro ritmo, con una que otra parada corta, para yo poder coger aire porque casi no podía respirar por la altura.
Bien valía el esfuerzo de llegar hasta allá arriba para disfrutar de las vistas del valle del pueblo y apreciar de cerca el Tepozteco. La bajada fue más corta, sólo una hora. De ahí nos fuimos a comer rico en La Tapatía, luego fuimos a comer una nieve en Tepoznieves ya que el pueblo también es famoso por sus exóticos sabores de helados artesanales. Con un rico helado en mano fuimos a recorrer los diferentes puestos de ventas de todo tipo, desde artesanías hasta platos típicos. Pudimos ver varios altares y varios caminos de flores para dirigir a los difuntos. Para terminar nuestro día en Tepoztlán, fuimos a tomarnos un rico chocolate caliente en Chocolatería Cacao, totalmente recomendada.
Nos regresamos a Ixtapaluca y desde allí íbamos a tomar un Uber que nos llevaría de regreso al hotel. Esperando el Uber, fuimos testigos de una mega procesión que se dirigía a un cementerio para completar su ritual del Día de los Muertos. Quedé impresionada con la cantidad de gente que salió de la colonia y me quedé con las ganas de ir a un cementerio.
Aunque no participamos directamente de algún ritual o vigilia del Día de los Muertos, sí pudimos ver una gran cantidad de altares, celebraciones y el lindo ambiente festivo en la ciudad. Me gustaría volver a México para esta fecha para experimentar el Día de los Muertos en otros pueblos o ciudades.
Otros lugares donde puedes experimentar la celebración más hermosa del Día de los Muertos:
Míxquic – uno de los lugares más visitados durante estos días por su gran tradición para celebrar a sus difuntos, así como la “Hora del Campanero” y la “Alumbrada”.
Oaxaca – empiezan la celebración desde mediados de octubre y no te puedes perder el Panteón General adornado con más de 2,400 veladoras y su Concurso de Altares de Muertos.
Michoacán – uno de los principales estados donde esta tradición ha cobrado fama a nivel mundial, especialmente Pátzcuaro, Janitzio y Tzintzuntzan.
San Luis de Potosí – Xantolo, la Fiesta de los Muertos en la Huasteca Potosina
San Miguel de Allende – Xantolo, la ofrenda para los muertos
Quintana Roo – Puede ser en el Parque Xcaret con su Festival de Tradiciones de Vida y Muerte o en el centro de Cancún donde tienen un variado programa, pero no te puedes perder el desfile entre las avenidas Chichén Itzá y Tulum.
La Familia se Reúne para Recordar a sus Muertos
En fin, esta importante tradición milenaria reúne a la familia para recordar los buenos momentos y el alma de los seres queridos que ya no están físicamente. Hoy día esta celebración es considerada un Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Además, es importante destacar que es una coincidencia que se celebre cerca del día de Halloween, pero nada tiene que ver con esa celebración. Aunque algunos mexicanos celebran Halloween, El Día de Muertos no es una adaptacion de esa celebración de origen celta.
Si México está en tu bucket list, te recomiendo ir durante esta gran celebración. Es una experiencia muy linda y enriquecedora que se debe tener por lo menos una vez en la vida. La alegría y forma de celebrar del pueblo mexicano es única y contagiosa. Independientemente de tus creencias religiosas o espirituales, es importante respetar esta tradición. De hecho, el respeto a otras culturas es una de las grandes cualidades del buen viajero.
Felices viajes! VivaViajar!