Cómo Sobrevivir a una Navidad Lejos de la Familia
Cuando te mudas fuera de tu país, son muchas las cosas que se extrañan… la familia, los amigos, la comida. Todo cambia, sobre todo, como pasas los días festivos, especialmente la Navidad. Mientras estás trabajando y adaptándote a tu nueva vida, todo va fluyendo, pero cuando se acerca la Navidad se activa el deseo de regresar a tu patria. Si no puedes hacerlo durante las fiestas, no tienes más remedio que adoptar nuevas costumbres y tradiciones en tu nuevo lugar de residencia. Eso sí, ¿quién dijo que se tiene que pasar mal? Nada que ver, son muchas las cosas que puedes hacer para no sentirte tan lejos de los tuyos y de tus raíces. Aquí comparto trece cosas que puedes hacer para pasar una Feliz Navidad aun estando lejos de tu familia.
Qué Hacer Para Pasar una Feliz Navidad Donde Quiera Que Estés
1. Declara y ponte en causa para pasar una Feliz Navidad – Sí, ¿por qué no? Sólo va a ser una Navidad diferente y aunque estés lejos de casa, será una nueva experiencia de vida para ti.
2. Decora tu casa, ponla bella para ti – Coloca tu árbol, luces, velas y que no falte el rico olor a pino o cualquier otro olor favorito que te conecte con tu gente.
3. Cocina tu comida favorita con la receta de tu mamá o la abuela – Llegó el momento de hacer con tus manos ese arroz con gandules, pernil, pasteles, coquito o tembleque que tanto te gusta. Cocina para ti y para el que llegue… y si no llega nadie, congela la comida en porciones para que te duren hasta el día San Valentín. A falta de fogón con leña, saca el BBQ, ponte a asar alguna carne, pon música navideña y listo. Total, el ambiente lo hace uno.
4. Cuando la familia esté reunida en alguna fiesta, coordina una llamada o vídeo llamada y celebra con ellos por unos minutos – Puede ser en Nochebuena, Navidad, Año Viejo, o cualquier fiesta especial que no te hubieses perdido por nada del mundo. Simplemente, haz un acto de presencia virtual, habla, ríe, goza y cuando termine la llamada no hay porqué bajar el “moquito”. Agradece que ellos están bien y que pudiste compartir con ellos desde lejos.
5. Consigue un grupo de personas de tu misma nacionalidad en tu área – De seguro ya tienes a alguna amiga o vecino de tu mismo país. Si no los tienes aún, verifica los grupos en Facebook o alguna otra plataforma. Es altamente probable que se esté cuajando un parrandón cerca de ti y no lo sabes. Tú asegúrate de no perdértelo.
6. Continúa con las mismas tradiciones que tenías en tu hogar – Si tenías algún ritual, tradición o decoración especial, continúa haciéndolo. Te aseguro que sentirás la misma emoción e ilusión de siempre.
7. Participa de todas las actividades que puedas durante la época – De esta manera conocerás las costumbres y tradiciones del país que escogiste como nueva residencia. Verifica el periódico local o regional todas las semanas y sigue añadiendo actividades a tu agenda. ¡Mientras más entretenida estés… mejor, mucho mejor!
8. Ve a bailar, a cenar fuera o al cine – Por nada del mundo te quedes en casa sola con la añoranza encendida.
9. Vístete bonita, arréglate, píntate los labios y las uñas de rojo – Arréglate para ti, para verte y sentirte bella. No soy fanática de las selfies, y mucho menos de esas con el pico “para’o”, pero hasta una selfie te puedes sacar y envíasela a tu gente. Que tu familia te vea y te sienta feliz, eso le hará muy bien a ellos también.
10. Saca un día, o varios, para ver un maratón de películas de Navidad – Enciende tu vela con olor a pino, ponte tu pijama más linda y ve todas las películas que puedas ya sea en Netflix, Hallmark o Lifetime con un chocolate caliente en mano. Preferiblemente hazlo el día después de irte de fiesta, así aprovechas para descansar mientras te recargas para lo que sigue.
11. Reúnete con tus nuevos amigos – Coordinen algún encuentro, compartan platos típicos y celebren como si estuviesen en su país.
12. Empieza una nueva y bonita tradición familiar. – Añade una nueva tradición a las que ya traes de tu país. Puede ser preparar un plato típico de tu nuevo país, participar de un evento especial todos los años, conocer una nueva ciudad cerca de ti o simplemente salir a caminar a la naturaleza en algún día especial.
13. Hazte un buen regalo – No tiene que ser caro, con que sea algo que desees mucho es suficiente. Tú eres la persona más importante para ti misma, te mereces el mejor regalo de Navidad. Date el gusto, disfrútalo y celebra tus logros. El sacrificio de estar lejos de tu país y de tu familia no es en vano.
No Hay Espacio para la Tristeza
No le des espacio a la tristeza, esa doñita no puede tener espacio en tu vida y, ¿sabes qué? Tú lo puedes decidir así. La Navidad es una época de celebrar, de conectar, de agradecer… es el cierre de un ciclo y el comienzo de otro. Sí, muchas veces la tristeza se asoma, especialmente si además de extrañar a tu familia le sumas el extrañar a los que se han ido para siempre. Cuando me ocurre, recuerdo que todo es parte de los procesos naturales de la vida que no nos despinta nadie y que no vale la pena sufrir por las cosas que uno no puede controlar.
Todos vamos a pasar por cambios, despedidas por un tiempo y por despedidas para siempre. Por eso, ante el amague de la tristeza, le cierro la puerta en la cara y decido ponerme en modo de agradecimiento y felicidad. Sí se puede y ayuda mucho el agradecer los momentos vividos, las buenas experiencias, los cambios, los logros y la esperanza de volver a ver a tus seres amados. Yo agradezco todo, hasta lo “malo” y celebro la vida en grande. ¿Quién dijo que para celebrar hay que estar en cuerpo presente en una fiesta familiar? Puedes estar en modo de fiesta sola… contigo misma, con tu pareja, o con quien quiera que estés, así… desde lejos.
Crea una nueva tradición familiar
Esto es lo que he hecho por cuatro años consecutivos celebrando la Navidad lejos de mi país y realmente tengo que admitir que más que a sobrevivir, he aprendido a vivir la Navidad lejos de mi familia sin lamentos, disfrutándome mis experiencias y las de ellos a la distancia. Lo he logrado haciendo todo lo que te sugerí antes y mi nueva tradición familiar es salir a hacer hiking el día de Año Nuevo. Visitamos algún parque estatal o sendero cerca y hacemos una corta o larga caminata con todo y frío. Me encanta empezar el año así: caminando, agradeciendo, conectando con la madre naturaleza y en compañía de mi pareja e hijos, si están con nosotros.
Hoy día la tecnología nos permite estar conectadas con los nuestros y aunque jamás se va a sentir igual a un abrazo o al contacto físico, es mejor que nada. ¡Agradece eso también! Movernos a otro país ha sido una decisión propia y no hay por qué pasar una Navidad en agonía. De seguro estás fuera de tu país por un buen motivo, valídate esa gran decisión. Nuestros familiares y amigos los vamos a extrañar siempre, pero debemos estar conscientes de que la vida está llena de cambios, por eso debemos aprender a aceptarlos y a disfrutarlos. ¡Así es la vida!
Eso sí, como no pudiste viajar a tu país durante la Navidad, aprovecha la primera oportunidad que tengas para ir y date el gusto de reunirte con los tuyos de nuevo. Nunca es tarde si la dicha es buena. Aprovecha, celebra, parrandea, chinchorrea y date el cañita también. ¡Total… todo el año es Navidad! Realmente deberíamos vivir todo el año con la misma alegría y deseos de emprender que se apodera de nuestro ser en el mes de diciembre. ¡Vamos a hacerlo!
Te deseo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo lleno de amor, salud, dicha, prosperidad y viajes.
¿Qué otra cosa sugieres para pasar una Feliz Navidad lejos de casa? Déjame tu comentario y si considera que esta información puede ser de ayuda para otros, compártelo.
¡Un abrazo navideño para ti!