En mi segundo viaje a Bogotá, Colombia, nos hicieron una invitación para visitar un hermoso pueblo al norte de la capital y yo no sabía que allí había un gran tesoro bajo tierra. Iba sin ninguna expectativa porque no había tenido tiempo de investigar ni planificar, sólo sabía que nos iban a llevar a visitar Zipaquirá y a la Catedral de Sal. Así que temprano tomamos la autopista y en una hora llegamos a nuestro destin. Fuimos directo a la Catedral de Sal para recorrer cada uno de sus rincones sin dejar la Ruta del Minero, una de las actividades principales. Luego nos esperaba una tarde recorriendo las calles de este hermoso pueblo colonial lleno de historia.
Zipaquirá, la Capital Salinera
Zipaquirá, una de las ciudades coloniales más antiguas de Colombia, es un municipio del departamento de Cundinamarca localizado en la provincia de Sabana Centro en el Valle del Abra sobre la cordillera Oriental. Ubica a 8,530 pies sobre el nivel del mar, tiene una temperatura promedio de 58 grados y es conocida como la Ciudad de la Sal por ser uno de los centros de explotación de sal más importantes del país. Además, este municipio es famoso porque alberga la “Primera Maravilla de Colombia”, la famosa Catedral de Sal, un recinto construido en el interior de las minas de sal del pueblo. Esta distinción la ganó en el 2007 mediante un concurso para elegir las 7 Maravillas de Colombia.
Al llegar a Zipaquirá empezamos a subir por el sendero ecológico hasta llegar a la Plaza del Minero donde está la entrada de la Catedral de Sal. Quedé impresionada con la cantidad de gente que allí estaba, un poco más de lo normal porque se estaba celebrando un misa como parte de los eventos previos a la llegada del papa Francisco en los próximo días.
La Catedral de Sal
La magestuosa Catedral de Sal es tallada completamente en sal a 590 pies bajo tierra. Desde que entras sientes el olor a sal y la oscuridad se va apoderando todo una vez pasas el primer túnel iluminado. Empiezas a ver la roca tallada y los túneles con las 14 estaciones del viacrucis mientras un guía te va dando los datos importantes del lugar. Luego vimos la cúpula y llegamos a la Capilla Principal justo cuando se estaba ofreciendo la misa. La catedral se compone de espacios mágicos que guardan una rica colección artística de esculturas de sal y mármol con temas religiosos y así mismo es el ambiente, uno muy espiritual. Pasamos a ver la película en 3D para conocer más sobre la historia de la mina y nos fuimos a comer unas empanadas colombianas antes de hacer otra actividad muy importante, la Ruta del Minero.
Una vez entras a la Catedral de Sal no ves ninguna multitud porque es tan grande que toda la gente se distribuye por las diferentes naves de la catedral y los guías tienen todo muy bien organizado. El arquitecto bogotano Roswell Garavito Pearls, estuvo a cargo del diseño arquitectónico de la nueva Catedral de Sal logrando sobresalir con su propuesta ante las más de 40 que fueron sometidas en un concurso de la Sociedad Colombiana de Arquitectos en el año 1990. Fue inaugurada en 1995 reemplazando la construida por José María González Concha que sólo duró 40 años. Para su construcción se extrajeron 250 mil toneladas de rocas de sal, trabajaron 127 mineros, 110 talladores y 80 trabajadores. La idea era transformar la mina de sal en catedral en honor a los mineros por su difícil y riesgoso trabajo, situación que motivaba a estos a crear santuarios para pedir protección. Es un lugar muy seguro, fresco e iluminado del que disfruté por espacio de tres horas y media.
La Ruta del Minero
Estando adentro, compramos las taquillas para hacer la Ruta del Minero, un recorrido obligatorio si quieres experimentar de cerca la vida y las labores de extracción de la roca salina que realizaban los mineros. Caminamos a oscuras, con poca luz, por espacios reducimos y para llevarte un pedazo de roca de sal te toca sacarlo a puro pico y moyero. Yo le di con toda mi fuerza y no saqué nada más grande que un grano de sal… mi admiración total para los mineros. Aún así me dieron mi salario… mi pedazo de sal. De ahí viene la palabra salario, ya que en la época pre-colonial la sal era tan valiosa que los pagos, o intercambios, se hacían con sal.
Para el recorrido te proveen todo el equipo de protección, dura una hora aproximadamente y es con un guía personalizado muy bien preparado, lo que hace la experiencia una muy dinámica y educativa. Además, la ruta tiene accesos exclusivos a miradores y al Nártex, una obra compuesta por una serie de paralelepípedos, poliedros de seis caras, tallados en sal que muestra la formación salina en sus muros y da la sensación de estar en un laberinto, es aquí donde puedes ver la escultura del Arcángel San Miguel.
Terminado el recorrido, me limpié la cara, los pies y pasamos a ver el Espectáculo de Luces, el Espejo de Agua y las tiendas de artesanías. Es un muy buen lugar para comprar esmeraldas a buenos precios. Caminamos un poco más por la catedral para disfrutar de las capillas al fondo para luego irnos a conocer un poco más de este bello pueblo. Si cuentas con más tiempo o vas con niños puedes aprovechar el Parque de Sal que tiene actividades muy variadas que van desde el Museo de la Salmuera hasta una estructura para escalar. También tienen una plazoleta de comidas y artesanías.
Tarde Recorriendo las Calles de Zipaquirá
Frente al complejo hay un tren que te lleva en un recorrido por los puntos más importantes del pueblo. Nosotros hicimos toda la ruta y al final nos bajamos en la Plaza de los Comuneros para entrar a la Catedral Diocesana, pero no pudimos llegar al altar porque se estaba llevando a cabo un servicio funebre. Siempre saco de mi tiempo para detenerme en la plaza y mirar a la gente para descubir esos grandes personajes que le dan vida a la plaza, al pueblo… el vendedor de helados, la señora que alimenta las palomas, los empresarios y empleados que caminan de prisa, el vendedor de golosinas, los niños, etc.
Andrés Carne de Res de Chía
Para terminar nuestro día de paseo y antes de llegar a una reunión de negocios, de regreso a Bogotá hicimos una parada en Chía para un almuerzo-cena en Andrés Carne de Res. Ya había estado en el de Bogotá y me había encantado tanto la comida y el concepto del restaurante que tenía que volver. Los cortes de carne son sabrosos.
En fin, si visitas Colombia, conocer la Catedral de Sal y disfurtar de lo Zipaquirá tiene para ofrecer, debe estar en los primeros lugares de tu bucket list. Este lugar es impresionante, magestuoso, con una tecnología de construcción única en su clase que viene de los tiempos precolombinos por los Muiscas y hoy día es reconocido como una joya arquitectónica de la modernidad. Es una obra tan valiosa para los colombianos que es considerado un patrimonio cultural, religioso y ambiental. Este lugar nos dejó maravillados por la experiencia de visitar una mina de sal y por allí ver manifestada la creatividad e ingenio humano. Sé que voy a volver a Zipaquirá, pero lo quiero hacer tomando el Tren de la Sabana que parte desde Bogotá o desde Usaquén, otro pueblo que me gusta mucho y donde siempre lo paso muy bien.
Otros Lugares que Puedes Visitar en Zipaquirá:
Museo Arqueológico
Plaza de la Independencia
Estación de Zipaquirá
Casa Museo Quevedo Zornoza
Desierto de la Tatacoita
Consejos para visitar la Catedral de Sal:
Escoge la taquilla de entrada de acuerdo a tu interés. Los precios varían según las actividades – $8.50 a $15.00
Ve con zapatos cerrados
Lleva un abrigo ligero
Disfruta de la Catedral del Sal sin prisa
Puedes llegar en bus o en el Tren de la Sabana
Para más información visita las siguientes páginas:
Me gusta que das a conocer tu experiencia contando hasta los más mínimos detalles y tu punto de vista acerca de cada sitio, cuentas también la historia de cada lugar y cada actividad. Me encantaría compartir contigo este sitio web en donde puedes conocer más de Zipaquirá. https://zipaquiraturistica.com/blog/
maya
octubre 7, 2022 @ 12:08 PM
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Liza Viera
enero 29, 2024 @ 11:18 PM
Claro que sí! Muchas gracias! Me encantaría volver a Zipaquirá!