A Los 40 Se Hace La Luz y Tomas Control De Tu Vida
El ser humano es soñador y explorador por naturaleza, pero algo pasa… estos dones se van desvaneciendo con el tiempo. De niñas somos supergirl, la mejor maestra, la mejor mamá, la novia de Ken, la pediatra y cuando empezamos a crecer, por alguna razón, empezamos a dejar a un lado nuestros sueños. Parece como si perdiéramos ese poder de PODERLO TODO, de soñar, de vivir al máximo. Tal vez, llegas a un punto en el que ves todo muy lejano o casi imposible de alcanzar.
Si esto te ha ocurrido o te está ocurriendo, relájate y coopera. Nunca es tarde para retomar los sueños, para lograr los deseos de tu corazón, para dejar que tu niña interior se manifieste con gusto. Te aseguro que, si no has logrado eso que tantos sueñas, al cumplir los 40 años se hace la luz, renaces, revives, retomas y “re-dejas” todo lo que te ha limitado hasta ese momento. Fácilmente vuelves al camino que te llevará a lo que tanto deseas. A los 40 años recuperas el control de tu vida… casi como por arte de magia.
Tus Circunstancias de Hoy No Definen tu Futuro
Tal vez hoy estés sumergida en la enorme responsabilidad de echar a tus hijos hacia adelante y eso está bien, es perfecto, te toca. Por otro lado, puede que estés en una relación poco saludable, en un trabajo que no te gusta, tratando de salir de alguna situación difícil o cualquier otro estado complicado. ¿Sabes qué? No estás sola, no eres la única que está pasando o ha pasado por eso. Lo que sí te puedo sugerir es que no crees resistencia, deja que las cosas fluyan mientras vas tomando acción. Tarde o temprano encuentras solución, todo se resuelve, todo cae en su sitio… TODO pasa y sí podrás ir cumpliendo tus sueños y metas pendientes.
Te lo digo por experiencia propia. Te lo dice una feliz y liberada cuarentona. Siempre fui una niña muy reservada, tímida, pero muy soñadora, hasta cierto punto idealista. En mi mente, todo era perfecto: “termino la escuela superior, me voy a estudiar a Estados Unidos, me caso y tengo hijos, continúo con mi vida profesional y viajo el mundo”. Mi realidad… una muy diferente, ese orden se invirtió totalmente y se me complicó bastante el asunto. Me enamoré a los 17, se me olvidó lo de irme a Estados Unidos y viajar, llegó mi primera hija y luego el segundo. Tuve que hacer una pausa en mis estudios universitarios para dedicarme al cuidado de mis hijos y a trabajar. ¡Luego, vino un divorcio a mis 23 años!
Sí, era una niña y ya tenía dos hijos y un divorcio en las costillas, me vi viviendo el día a día como podía. Yo, que no sabía lo que era un problema hasta que me “enamoré”, estaba de frente a lo que iban a ser las dos décadas más intensas de mi vida. Me tocó criar sola a mis hijos, el caos de tener una mala relación con mi ex, gente opinando y juzgándome, trabajo a tiempo completo, a veces parcial, otras emprendiendo algún negocio. Como si fuera poco, llega la etapa del colegio, estudiar, asignaciones, proyectos de los chicos, Boy Scouts, Girl Scouts, juegos de pelota, canchas, y cuando vienes a ver… ¿qué tiempo tenía yo para enfocarme en mis sueños personales? Esos que tuve que guardar en la gaveta en lo que me hacía responsable por las decisiones que tomé a temprana edad.
Sí, esas decisiones que fueron las mejores que pude haber tomado en aquel momento, con la edad y la experiencia que tenía… ninguna. Esas eran las decisiones que me iban a ir redirigiendo en el camino para vivir las cosas que tenía que vivir y aprender para crecer, para ser y tener lo que soy y tengo hoy. Ni me preguntes cómo pasé mis 20 y mis 30 porque ni yo misma sé cómo fue eso. Aún así, no me quejo, vivía querida a pesar de, siempre me he considerado bendecida a pesar de, pero HOY tengo claro que soy sobreviviente de esa etapa. ¡Me admiro y me felicito yo misma por eso!
Llegas a Los 40
Entonces llegas a tus nuevos 20… a los 40 años y se hace la luz, antes puede que tengas la tan famosa crisis de los 40, me pasó y te lo cuento aquí. Yo no te sé explicar lo que le ocurre al ser femenino, pero todas las pendejadas se le van a uno, incluyendo los miedos de enfrentar lo que sea y a quien sea. Te comparto esto porque fue lo que sentí, lo que experimenté y sé que le ha ocurrido a otras mujeres. Quiero que sepas que nunca es tarde para emprender lo que siempre soñaste, nunca es tarde para vivir la aventura de tu vida… vas a llegar a los 40 y de seguro agarrarás el toro por los cuernos.
Si estás casada y estás criando a tus hijos con tu esposo, que bueno, que privilegio, estás querida. Por otro lado, si eres divorciada, viuda, madre soltera y estás criando a tus hijos sola… tal vez no es el escenario ideal, pero es lo que tienes, lo que te tocó y se puede echar hacia adelante en ese escenario también. Sí se vale poner en pausa muchas cosas para dedicarse a la crianza de los hijos, lo que no se vale es que nos olvidemos de nuestros sueños personales para siempre. En esta vida, vamos viviendo por etapas, unas buenas, otras regulares, pero todas necesarias y con un propósito.
Vive cada etapa sin lamentos, no vale la pena la quejadera o echar culpas. Mientras vives esa vida caóticamente hermosa, ve preparando el terreno para que cuando le llegue el turno a esas otras cosas que deseas, puedas alzar vuelo en total libertad. Esto puede ser terminar de estudiar, tomar clases de X cosa, tener un negocio propio o viajar por el mundo… lo que sea. Todo lo puedes hacer, sólo tienes que estar alerta con las oportunidades o dispuesta a buscarlas siempre con la mejor actitud.
Nunca esperes el momento ideal… este nunca llega. Asegúrate de no dormirte en los laureles porque el tiempo vuela y no puedes permitir que se te vaya el tren. Cuando tú te decidas y te pongas en causa total, las cosas se darán si te convienen. No te desesperes, fluye, pero si necesitas un empujón, te invito a hacer ejercicios de visualización. ¡Funcionan!
No Tienes Excusas… Esta es Tu Vida
Por favor, no tomes de excusa a tus hijos, tu esposo, tus circunstancias, de dónde vienes, tus “limitaciones”, tus temores… no hay excusas para emprender y hacer realidad tus sueños, a la edad que sea. Tener hijos es una de las cosas más maravillosas que nos ocurre en nuestra vida, de seguro son tu más importante sueño realizado, para mí lo fue. Ellos son nuestro motor, parte de nuestra alegría, pero por ley de vida… ellos van a continuar con sus vidas y tú tienes que continuar con la tuya viviendo al máximo.
Siempre vas a estar para tus hijos, pero después que ellos están encaminados (18 – 21 años), te toca retomar tus asignaturas pendientes y alzar vuelo. ¡Por ti y por ellos! Ah, y que a los míos no se les ocurra darme candela en esta divina etapa de mi vida porque no sé de lo que sería capaz, jajaja. Tengo que admitir que soy bendecida con mis hijos, son tan perfectamente imperfectos como la madre que los parió, pero algo bueno tuve que haber hecho para poder vivir en paz hoy.
Este es el Momento
Si estás en tus 30, 40, 50 y no lo has logrado eso que tanto deseas… este es el momento. Nunca es tarde para lanzarte a la aventura de lograr tus sueños, tus metas, vivir tu propósito. Si todavía no sabes cuál es tu propósito, olvídate, sigue pa’lante, lo importante es que vivas como quieres vivir, haciendo lo que quieres y siendo tú. En otras palabras… VIVIENDO como te dé la gana. Sueña como si tuvieras todo el poder y dinero del mundo. El poder lo tienes, lo reconozcas o no, y el dinero lo puedes conseguir.
Con toda certeza te lo digo, a los 40 se hace la luz, esta es la edad perfecta para emprender en grande por varias razones: has cogido bastantes cantazos ya, perdón… has madurado, has crecido, sabes lo que quieres y lo que no quieres, tienes menos responsabilidad (se supone), tienes menos consideraciones con la gente, sobre todo con la gente que no aporta a tu vida, te importa un pepino lo que opinen los demás y lo más notable de todo… tendrás el deseo ardiente de querer conquistar el mundo, de vivir la vida como es. A los 40 puedes decir: “vamos a lo que vinimos, ahora es que es, despéjame el camino que voy con todo”. ¡Vamos con todo!
¿Qué te parece si nos acompañamos en esta aventura y nos echamos porras la una a la otra?
¡Cada una de nosotras tenemos diferentes experiencias de vida, pero de seguro todas tenemos el mismo espíritu aventurero y las mismas ganas de vivir al máximo porque a esta vida vinimos a gozar… y esto finalmente lo entendemos a los 40!
¿Conoces a otras mujeres que empezaron a viajar y a vivir más después de los 40? Déjame su nombre o cuenta en los comentarios para poder conocerlas y seguirlas. Vamos a reírnos juntas de todo lo que hemos vivido, de lo que nos ha pasado, de lo que permitimos… vamos a reírnos de TODO, hemos pasado una gran prueba.